Las 3 señales que te confirman que ya estás listo/a para invertir. Y el plan en cada caso.
Una guía clara para saber si ya puedes invertir en EE.UU.
Cuando emigramos a Estados Unidos, llegamos con muchas ganas… y al poco tiempo ya estamos llenos de cuentas y de deudas. Lo urgente le pasa por arriba a lo importante a la velocidad de un tren. Pero si estás leyendo esto, es porque tú viniste a trabajar pero con vistas a prosperar. No a estar toda la vida trabajando para pagar cuentas.
Prosperar significa algo más que ganar bien. Significa que tu dinero trabaje para ti, no contra ti. Invertir no es para nada un lujo ni nada exclusivo para los millonarios. Es parte del plan para no depender siempre de tu fuerza, de tus horas o de tus ganas.
¿Cómo saber si ya estás listo/a para invertir?
1. Tienes tus deudas bajo control
Esto no significa que no debes nada, que eso ni te lo propongas, que aquí lo que camina es el crédito y con él las deudas. Significa que no estás ahogándote en pagos con intereses del 20% o más. Si tienes deudas como tarjetas de crédito, préstamos personales o “buy now, pay later”, lo primero es cerrar esa fuga de dinero. Y priorizar las de los intereses más altos, pues son las que más drenan tus ingresos.
¿No estás ahí aún?
Haz un plan de pago. No dependas del crédito para financiar tu estilo de vida. Cada deuda que liquidas te hace avanzar más hacia tu libertad financiera. Literal.
2. Tienes un Fondo de Emergencia
Este fondo es tu seguro contra lo inesperado. No es para vacaciones ni compras navideñas. Es para cuando el carro se daña, alguien se enferma, o pierdes tu trabajo. Y créeme, va a pasar. Porque es parte de la vida.
Los que sben nos recomiendan tener ahorrados entre 3 y 6 meses de gastos básicos mensuales. Con eso, puedes dormir tranquilo/a y no tocar tus inversiones si algo pasa.
¿Todavía no lo tienes?
Esta es tu segunda prioridad. No necesitas llenarlo de un solo golpe, sino ponerte en función de eso. Puedes ahorrar $50, $100 o lo que puedas al mes. Automatiza esas transferencias para que ni te las sientas.
3. Tienes ingresos estables (y control sobre ellos)
Si ya cumples con los dos anteriores (o te estás haciendo tu plan para estar ahí), pues vamos a tus ingresos y a lo que puedes dedicar a invertir.
No se trata solo de cuánto ganas. Se trata de que ese ingreso sea confiable y manejado con inteligencia. Si tienes un trabajo constante, manejas un pequeño negocio o tienes otro tipo de entrada, y sabes más o menos cuánto entra cada mes, ya tienes una base.
La estabilidad en invertir no es solo tener ingresos que puedes disponer para ello. También es disciplina. Si ganas bien pero se te va todo en gastos… no estás listo. Si ganas lo justo pero ahorras de forma intencional… estás más cerca de invertir de lo que crees.
¿Y si no estoy ahí todavía?
Pues el solo hecho de estártelo preguntando es una buenísima señal y un gran primer paso. Ahora, échale un vistazo a tus gastos de los últimos tres meses y revisa tus números. Enseguida sabrás donde puedes recortar: ¿qué suscripción no usas? ¿puedes cocinar más en casa? ¿de qué otros gastos puedes prescindir? Ese dinero que ahora se está yendo para enriquecer a otros mientras te das esos gustos de los que mañana no te acuerdas, es el que puedes poner a trabajar para ti y para tu futuro.
No te quedes ahí y dá el próximo paso. Sal de esa tarjeta con 27% de interés, ahorra tu primer mes de gastos innecesarios, controla los antojos y hazte de un presupuesto básico.
Y si ya tienes las tres señales…
Entonces es momento de empezar, y estos son tus siguientes pasos:
1. Define tu objetivo: ¿Retirarte con un colchón financiero? ¿Comprarte una casa? ¿La educación de tus hijos? ¿Cambiar el auto?
2. Aprende lo básico: no te hace falta un MBA. Solo saber qué es riesgo, diversificación y rentabilidad. Y si no te sientes seguro/a, hay opciones estables con niveles de riesgo bastante bajos por las que puedes empezar.
3. Arranca con lo que puedas: no tienes que empezar con un super capital, lo que tengas y destines a invertir será la semilla de tu prosperidad.
4. Automatiza: Haz que las transferencias a las inversiones se realicen automáticamente cada mes. Así tomas la decisión una sola vez.
Construyendo tu capital
Si gastas más de lo que ganas, tus deudas no pararán de crecer. Pero cuando tus gastos están por debajo de tus ingresos, ese "extra" se va convirtiendo en tu capital. Y el capital bien invertido crece sin que tú tengas que sudarlo.
Aquí está el cambio de mentalidad clave: no tienes que trabajar para obtener cada dólar que vas a necesitar en el futuro. En lugar de trabajar por dinero, tu dinero empieza a trabajar para ti.
Una persona con menos ingresos pero con control, puede invertir mucho antes que otra con buen sueldo… pero sin disciplina y gastando como si no hubiera un mañana. Tengo a ambos bien de cerca. Y la diferencia es abismal, créeme.
En resumen
Invertir no es solo para los ricos. O es para los ricos cuando aún no lo eran pero ya tenían la visión. Sin embargo, la oportunidad está ahí disponible para todos los que no queremos ser esclavos del trabajo toda la vida.
Nada como ganar dinero mientras duermes. Yo no sé tú, pero ese es my ultimate goal financieramente hablando, y para allá voy. Porque ya tengo mis 3 señales oyendo la conversación
Y quiero que tú estés ahí también.
Remember que esto es step by step, y que aquí vamos sin prisa pero sin pausa.
Ileana