¿W-2 o 1099? El dilema laboral que define más de lo que crees


Si trabajas como empleado/a, por tu cuenta, o ambos, entender esto puede ayudarte a tomar mejores decisiones

Cuando llegamos a Estados Unidos, la mayoría empezamos a trabajar donde podemos, cuando podemos.. A veces como empleados, otras veces como contratistas (contractors), y muchas veces... sin saber qué significa cada uno. Un día te dan un formulario W-2, otro año uno que dice 1099, y tú sin tener idea de qué implica eso para ti, tus impuestos o tus finanzas.

Aquí te explico en qué consisten y cómo te pueden impactar.

W-2 vs. 1099: lo básico

Si recibes un W-2, eres empleado. O sea, trabajas para una compañía que se encarga de descontarte los impuestos, y que puede que te ofrezca seguro, vacaciones, etc. Esta opción te ofrece cierta estabilidad. Aunque no te confíes que aquí no hay nada seguro.

Si recibes un 1099, entonces eres un contratista independiente. Tú negocias tu propio contrato, trabajas por tu cuenta, decides cómo, cuándo y con quién trabajar, pero también te toca encargarte de tus propios impuestos y no tienes ningún beneficio. 

Las diferencias claves 

Cuando eres empleado, tu jefe te dice qué hacer, cómo hacerlo, cuántas horas trabajar... y cada quincena te llega tu pago con todo descontado. Tú solo tienes que trabajar. Aquí están los contadores de las compañías, asistentes administrativos, equipos de Recursos Humanos, Operaciones, etc.

Pero si eres contratista, se complica un poco. Tú pones tus reglas, pero también llevas tus cuentas, declaras impuestos y nadie te va a pagar ni vacaciones ni seguro. Sorry! Te puedes encontrar como contratista desde un driver de Uber o Lyft hasta un diseñador gráfico freelance, un traductor por proyectos, un terapeuta que tiene su propia oficina, un desarrollador de software que agarra contratos independientes, un consultor de marketing, un coach profesional y así. Creo que te llevas la idea.

Te comparto un dato poco conocido: más del 30% de los trabajadores en EE.UU. tienen ingresos como contratistas 1099, aunque también tengan un trabajo W-2. A esto le llaman "side hustle" y ya va dejando de ser la excepción por lo que vemos..

Photo by Sophia Kunkel on Unsplash

Y si tengo mi propio negocio, ¿cuál soy?

Si trabajas por tu cuenta, sin haber registrado una empresa formal, el gobierno te considera "sole proprietor". Es decir, eres tú mismo y ya. Si un cliente te paga más de $600 en el año, te tiene que mandar un 1099. Y tú lo reportas como parte de tus ingresos personales.

Ahora, si decides registrar una LLC con tu nombre de negocio (por ejemplo, "Ing. Martínez Consulting LLC"), y eres tú solo, el IRS lo sigue viendo igual: como un solo dueño. Puedes seguir recibiendo 1099s a nombre de tu negocio, y sigues declarando esos ingresos en tus impuestos personales.

Por el contrario, si decides formar una empresa con más personas, o eliges que tu LLC funcione como corporación (una S-Corp o C-Corp), entonces ya debes presentar impuestos separados como negocio.

Entonces, ¿qué me conviene?

No hay un ‘one size fits all’. Depende de tu preparación, de tus metas y del momento en que estás en la vida, profesional y personalmente. Y hasta de tu personalidad.

El W-2 te puede convenir si quieres estabilidad (recuerda que nada es seguro), menos complicaciones con el IRS, y acceso a seguro médico, licencia por enfermedad, días de vacaciones pagados, etc. Y por supuesto es más sencillo para arrancar.

Pero el 1099 te abre otras puertas: independencia, libertad para elegir proyectos, horarios flexibles, y la posibilidad de escalar tu propio negocio. Eso sí, necesitas ser más organizado con tus cuentas e impuestos.

Y hay algo que te va a gustar: como contratista, generalmente cobras más por hora que si fueras empleado, por el mismo tipo de trabajo. Esto pasa porque estás asumiendo más responsabilidades: nadie te descuenta impuestos, ni te da beneficios. Esa tarifa más alta es lo que compensa todo eso.

Herramientas que te ayudan si eres 1099

Hay apps que te hacen la vida más fácil. Algunas que puedes probar:

Keeper Tax: te ayuda a encontrar gastos deducibles automáticamente.

QuickBooks Self-Employed: te ayuda a organizar ingresos y gastos.

Stride: ideal si manejas mucho y necesitas registrar millas.

Para cerrar...

No importa si eres empleado/a, contratista o tienes tu propia empresa. Lo importante es poder tomar la mejor decisión en cada momento, evitar sorpresas con el IRS y avanzar en este país con paso firme. Como digo siempre: ‘sin prisa pero sin pausa’

So... W-2 o 1099? Now you know. 😉

Ileana


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